miércoles, 25 de noviembre de 2009

Carta de Protesta ante la Cancillería de la República de Panamá, contra el apoyo del Canciller Juan Carlos Varela a los golpistas de Honduras

Panamá, 25 de noviembre de 2009


A Su Excelencia

JUAN CARLOS VARELA

Vicepresidente y Canciller

de la República


E. S. D.

Señor Canciller:


Con el respeto acostumbrado, quienes suscribimos la presente misiva, debemos expresarle la disconformidad y sentimientos de protesta por la postura que ha venido asumiendo la Cancillería panameña, que usted preside, frente a la situación del golpe de Estado, que despojó al Presidente Manuel Zelaya de la posición que legítimamente le otorgó el electorado hondureño con sus votos.


Debemos reconocer que la Organización de Estados Americanos, en debido cumplimiento de la Carta Democrática , adoptó decisiones firmes y precisas, acerca de la ilegitimidad del gobierno que preside el señor Roberto Micheletti y acordó el retiro de los embajadores de los respectivos países de nuestra América, como expresión de protesta y condena del gobierno de facto.


Igualmente, debemos lamentar que el gobierno panameño, representado por la Cancillería, ha adoptado posiciones que se alejan de la postura asumida por la OEA, y que van encaminadas a propiciar el proceso electoral organizado por el gobierno golpista y a reconocer los resultados de esas elecciones espurias.


Difícilmente, señor Canciller, se puede reconocer el resultado de sus elecciones organizadas dentro de un clima de persecución contra los vastos sectores de la sociedad hondureña, que respaldan la reinstauración del Presidente legítimo Manuel Zelaya, frente al gobierno de la hermana República de Honduras. Difícil es, desde una perspectiva ética, defender la legitimidad de quien resulte ganador de los comicios organizados en condiciones antidemocrática, totalmente inaceptable.


Por estas razones, señor Canciller, quienes suscribimos la presente misiva, condenamos la postura del gobierno que usted representa, que se aleja totalmente de las tradiciones democráticas que estamos llamados a defender.


Atentamente,


Miguel A. Candanedo, 4-79-845 , M.P.U.N.A.

Juan Jované , 3-46-269

Olmedo Beluche, 8-207-1032, Partido Alternativa Popular

Rubén Sousa, 8-138-87, Partido del Pueblo

Rafael Benavides, 9-193-389, Mov. Revolucionario 9 de Enero

Raúl González, 9-85-755, Partido Alternativa Popular

Aurelio Robles, 8-211-571, Movimiento Popular Unificado

domingo, 4 de octubre de 2009

Balance de los 100 días de Martinelli: ¿El cambio dónde está?

Se han cumplido los primeros cien días del gobierno de la Alianza por el Cambio, presidida por Ricardo Martinelli, plazo establecido por ellos mismos para mostrar al país un gobierno diferente a los anteriores. Pero la pregunta que empieza a hacerse por todos lados es: ¿Y el cambio dónde está?


¿En qué ha mejorado la vida del pueblo panameño en estos cien días? En absolutamente NADA. ¿Acaso hay mayor seguridad y menos delincuencia? No, la situación está peor. ¿Se han congelado los precios de la canasta básica y aumentado los salarios? ¡Por supuesto que no! ¿Mejoró el transporte público? Tampoco. ¿La salud pública y la educación han recibido un impulso hacia una mayor cobertura y calidad? ¡Qué va!


Si bien el gobierno empezó con algunas acciones “espectaculares” contra los eternos privilegiados que no pagan impuestos (Zona Libre de Colón) y los que se burlan de las concesiones estatales (como Figali en Amador), pronto rebajó considerablemente sus exigencias y quedó claro que sólo persigue aumentar los impuestos para pagar deuda a los bancos. ¿En qué quedó la promesa de nacionalizar los Corredores Norte y Sur?


Las reformas tributarias implementadas, que afectan más a la clase media que a los verdaderos oligarcas, reflejan la doble moral del actual gobierno: bajó los aranceles de importación de ciertos productos para beneficio de los importadores, como los Supermercados 99 y la Nestlé, pero afectando a los productores y ganaderos de las provincias centrales; aumentó el impuesto al tabaco, pero dejó por fuera a los licores, para no dañar los negocios del vicepresidente Juan C. Varela.


El único programa social que puede presentar el actual gobierno como un logro nuevo es el de “100 a los 70” (demasiado poco y demasiado tarde para la mayoría de nuestros ancianos), pero a costa de haber paralizado los cuatro principales programas sociales del MIDES, entre ellos, la Red de Oportunidades.


Ni siquiera en el combate a la corrupción se aprecia ningún cambio significativo, pues el único que ha pagado los platos rotos es el más limpio de los ex ministros de Torrijos, Belgis Castro, mientras que los que se hicieron millonarios siguen por ahí. Y, por el contrario, ya empezaron a estallar los primeros escándalos de corrupción en el nuevo gobierno, destacándose el flamante alcalde norteamericano de la ciudad de Panamá, Bosco Vallarino, y los millones en contrataciones directas sin licitación.


El pueblo panameño, que tiene 20 años esperando la resolución de sus problemas, no le concedió a este gobierno los cien días de tregua que pedía. En este lapso se han producido múltiples luchas y movilizaciones, desde los docentes de las áreas de difícil acceso a los estudiantes del IPT de Colón, el Instituto Nacional y la Facultad de Derecho; las comunidades de Isla Colón a los trabajadores de Puerto Armuelles; los transportistas de la ciudad de Panamá y la gente de Panamá Oeste defendiendo el transporte “pirata”; desde los indígenas Naso a las comunidades campesinas contra las minas y embalses.

A todas estas demandas populares la única respuesta del gobierno ha sido la REPRESIÓN y las amenazas. Ninguna solución.


En política exterior el retroceso ha sido mayor: volvimos a la época del “protectorado yanqui” y del “yesman” hacia Washington. Los viajes faraónicos a Italia y Estados Unidos lo único que han traído es la posibilidad de reeditar las bases militares que el pueblo panameño sacó en 1999, luego de casi cien años de luchas.


El colmo ha sido el respaldo expresado por el Canciller – Vicepresidente Varela a los golpistas hondureños rompiendo la unidad latinoamericana en la exigencia de restitución del legítimo presidente, Manuel Zelaya. Como sólo tienen ojos para el “norte”, se pretende sacarnos de la integración centroamericana, atacando al Parlacen, en vez de proponer una reforma del organismo.


En fin, como ya advertimos desde la campaña presidencial, tanto el Partido Alternativa Popular, como el Comité “Jované Presidente”, estamos ante un gobierno oligárquico que trabaja para sus intereses y no para el pueblo panameño.


Peor aún, estamos ante un gobierno abiertamente racista, por su composición y actitudes, cuya excepción que confirma la regla es la ministra Lucy Molinar, cuyo “mérito” es su obediencia al Opus Dei. El racista más descarado es el ministro de Gobierno, José R. Mulino, que ha hecho declaraciones despectivas frente a un grupo de indocumentados somalíes y ha ordenado la detención y desalojo de los nasos que acampaban en la Plaza Catedral porque “afeaban” el lugar.


Por el lado del PRD la situación no está mejor, ya que la crisis interna y las denuncias públicas del caso CEMIS y del negociado de los casinos, ha llevado al pacto de los cuatro: Navarro, Pérez Balladares, Torrijos y Balbina Herrera. Los que esperaban cambios y “rectificación torrijista” se han quedado decepcionados.


Pero en estos cien días sí ha empezado a cambiar algo: ha empezado el proceso de inscripción del Partido Alternativa Popular, la esperanza de una verdadera transformación política y social, con el Prof. Juan Jované a la cabeza. Centenares de personas cada semana se suman a los adherentes de este nuevo partido político expresando su voluntad política de que haya una alternativa popular, independiente, democrática y antineoliberal que gobierne este país.


Y aunque este cambio todavía es incipiente, a la fecha contamos con poco más de 2,500 adherentes, es un paso en la dirección correcta: construir un partido político nuevo, que no esté controlado por la oligarquía, los corruptos y los oportunistas, si es que queremos un gobierno diferente y un país renovado donde impere la “justicia social”.


Este compromiso lo hemos asumido concientes de que el Código Electoral panameño es antidemocrático y obsoleto, puesto que es producto de un pacto entre el PRD y el Panameñismo, para controlar eternamente nuestro sistema político impidiendo el surgimiento de nuevas y verdaderas alternativas políticas. Por ello hemos solicitado al Foro de la Sociedad Civil sobre la Reforma Electoral un compromiso que presione por modificaciones profundas y democráticas del Código Electoral.


El Partido Alternativa Popular representa las transformaciones a las que aspira el pueblo panameño porque es el único con el programa de gobierno capaz de resolver los problemas sociales: creando decenas de miles de empleos para nuestra juventud utilizando el dinero de la reducción de salarios de los altos funcionarios públicos (ministros, magistrados y diputados), aumentando el gasto social haciendo inversiones masivas en educación, salud y vivienda, cuyo financiamiento saldrá de impuestos progresivos, donde paguen más los que más ganan; una política de protección e incentivos a la industria y la agricultura; una política de integración regional basada en la complementariedad y el comercio justo; un aumento general de salarios y una congelación de precios de la canasta básica; la nacionalización de empresas de servicio público; y un plan para llevar a todos los menores a la escuela, sacándolos de la calle y de la explotación laboral.

En base a los razonamientos anteriores, la presente Asamblea de Activistas del Partido Alternativa Popular de los distritos de Panamá y San Miguelito, resuelve:


1. Reiterar al pueblo panameño su compromiso de construir el proyecto político para un cambio verdadero al que aspira nuestro país, encabezado por el Prof. Juan Jované.


2. Exhortar a la ciudadanía a respaldarnos con su firma para lograr la inscripción del Partido Alternativa Popular, en especial a los activistas gremiales que han luchado contra 20 años de régimen neoliberal en Panamá.


3. Señalar que en menos de cien días, el gobierno presidido por Ricardo Martinelli ha demostrado que no representa ningún cambio de fondo, sino “más de lo mismo”, no ha resuelto ninguno de los problemas que aquejan al país y ha sido tibio frente a la corrupción, mientras la inflación, el desempleo y la delincuencia siguen flagelando al pueblo panameño. La única respuesta que han recibido las demandas populares es la represión.


4. Expresar nuestro respaldo y participación en la Marcha indígena procedente de San Félix y sus demandas, exigiendo la libertad inmediata de los dirigentes del pueblo NASO injustamente arrestados en Catedral, apoyando la lucha por su derecho a la tierra y a ser consultados y decidir sobre cualquier proyecto que les afecte, así como a la protección de nuestras riquezas naturales frente a la depredación que significan las mineras y proyectos hidroeléctricos incontrolados.


5. Respaldar y acompañar todas las luchas populares por una vida más justa, desde los trabajadores de Puerto Armuelles que exigen el pago de sus salarios, hasta las comunidades de Bocas del Toro que demandan servicios públicos, pasando por Arraiján y Chorrera que exigen transporte, a los docentes y estudiantes que demandan una educación eficiente y de calidad, a los trabajadores de la salud frente a todo intento de privatización, etc.


6. Rechazar cualquier imposición de bases militares extranjeras en nuestro territorio y en países vecinos, como Colombia, así sea que se las pretenda disfrazar de “combate al narcotráfico”. Los Mártires hablaron claro: ¡BASES NO!


7. Repudiar las declaraciones del Vicepresidente, Juan C. Varela, apoyando a los golpistas hondureños, y reiterar nuestro respaldo a ese pueblo hermano en su lucha por la restitución de la democracia y del presidente legítimo Manuel Zelaya.



Dado en la ciudad de Panamá, a los tres días del mes de octubre de 2009.


ASAMBLEA DE ACTIVISTAS DEL PARTIDO ALTERNATIVA POPULAR

martes, 22 de septiembre de 2009

Propuesta sobre Reforma a la Cuota de Adherentes de Partidos Políticos en el Código Electoral Panameño

Foro de la Sociedad Civil sobre la Reforma Electoral

En cumplimiento de lo acordado en nuestra última reunión, los abajo firmantes presentamos nuestra propuesta para el primer punto de la Agenda de reformas al Código Electoral elaborada por este Foro de la Sociedad Civil.

Consideraciones:

Una revisión somera sobre legislación electoral de otros países ilustra claramente que el Código Electoral panameño, al exigir 4% de adherentes de los electores que votaron en las últimas elecciones para inscribir un partido político, es uno de los más restrictivos y antidemocráticos del continente, y seguramente del mundo.

Por motivos de tiempo y espacio realizamos un estudio comparado con las legislaciones vigentes en dos países vecinos, Colombia y Costa Rica, y otro de la región, México. Los tres países constituyen en estos momentos ejemplos de “sistemas democráticos” según organismos internacionales especializados en la materia.

  1. El Caso de Costa Rica:

Costa Rica es el país más parecido a Panamá, no sólo por continuidad geográfica, sino por población y cantidad de electores. Además es el país centroamericano de mayor tradición democrática. Por ello, Costa Rica constituye el ejemplo a seguir en este caso, a nuestro parecer.

El Código Electoral costarricense establece una serie de criterios para el registro de partidos políticos los cuales son comunes a todos los países, incluido Panamá, por lo cual no nos detendremos en ellos, sino que iremos directo a la cuota de adherentes requerida. Sin embargo, conviene también tener presente que este país reconoce la existencia de partidos nacionales, provinciales y cantonales.

El Artículo 64, inciso e, del Código Electoral de Costa Rica establece:

“e) Tres mil adherentes de electores inscritos en el Registro Civil a la fecha de la constitución del partido, si se tratare de partidos a nivel nacional. Para inscribir partidos de carácter provincial, se necesitará un número de adhesiones equivalente al uno por ciento (1%) del número de electores inscritos en la respectiva provincia; para los partidos cantorales, el mismo porcentaje de los electores inscritos en el cantón”.

En números relativos, en estos momentos, Costa Rica exige para inscribir un partido político de carácter nacional aproximadamente el 0.12% de adherentes de los electores que aparecen en el Registro Civil. Cifra que es el resultado de la división de 3,000 adherentes entre los 2,550,613 votantes en las elecciones de 2006. La proporción podría ser un poco mayor pues los votantes siempre son un poco menos que los electores registrados.

En todo caso, la letra de la legislación costarricense señala con claridad que el tope máximo (caso de partidos provinciales y cantorales) de adherentes exigidos es 1% (uno por ciento).

  1. El caso de Colombia:

En el caso colombiano, el Código Electoral sólo legisla en materia de procedimientos para la inscripción del registro civil y electoral, siendo la Constitución Política la que establece las reglas para la inscripción de partidos políticos. En ese sentido el artículo 108 de la Constitución Política del estado colombiano establece:

“Artículo 108. El Consejo Nacional Electoral reconocerá personería jurídica a los partidos o movimientos políticos que se organicen para participar en la vida democrática del país, cuando comprueben su existencia con no menos de cincuenta mil firmas, o cuando en la elección anterior hayan obtenido por lo menos la misma cifra de votos o alcanzado representación en el Congreso de la República”.

Es decir, que para inscribir un partido político nuevo en Colombia se requieren 50,000 adherentes (cincuenta mil). Tomemos en cuenta que en las últimas elecciones presidenciales colombianas, en 2006, emitieron su voto 12,058,788 electores que constituyen el 45% del padrón electoral.

Lo que significa que la legislación colombiana sólo exige un aproximado del 0.4 % (50,000 entre 12 millones), o el 0.2% respecto al total de los habilitados para votar (25 millones aproximadamente), de los electores como adherentes para inscribir un partido político nuevo. Cifra que es mucho menor si se relaciona con el conjunto del padrón del Registro Civil. En todo caso es dos décimas del 1% del conjunto de los electores.

  1. El caso de México:

En México las reglas para inscribir partidos políticos se encuentra en su Código Electoral federal. Y el tema específico que nos ocupa se establece en el Título Segundo, Capítulo Primero, Del procedimiento de registro legal, artículo 24, inciso b, donde se lee:

“Artículo 24….

“b) Contar con tres mil afiliados en por lo menos veinte entidades federativas, o bien tener trescientos afiliados, en por lo menos, doscientos distritos electorales uninominales, …, en ninguna circunstancia el número total de sus afiliados en el país podrá ser inferior al 0.26 por ciento del total del padrón electoral federal….”.

Para mayor claridad en el caso mexicano, tenemos que 3,000 afiliados por 20 estados de la Federación, equivalen a 60,000, al igual que 300 afiliados por 200 distritos electorales también equivalen a 60,000.

Si tomamos en cuenta que en las elecciones generales mexicanas del año 2003 estaban habilitados para votar 64.7 millones de ciudadanos y ciudadanas, y redondeamos a 65 millones, 60,000 afiliados que se exigen apenas constituyen el 0.09% del total de votantes, el 0.2% de los 27 millones que ejercieron el sufragio. Por supuesto, el límite mínimo señalado en la norma mexicana es 0.26%, es decir, menos de tres décimas del 1%.

Propuesta:

Como hemos señalado, razones de espacio y tiempo nos obligan a concentrarnos en sólo tres ejemplos, a los que un estudio más detenido podría añadir muchísimos más (Estados Unidos, Venezuela, Francia o España) donde las legislación electoral es mucho más democrática que en Panamá respecto a los requisitos exigidos para la inscripción de partidos políticos.

Se puede apreciar que en los tres casos mencionados las legislación exige menos de cuatro décimas (0.4%) de adhesiones para registrar un nuevo partido político y que el tope máximo es del 1% en los partidos cantorales y provinciales de Costa Rica.

Proponemos que, en la próxima reforma electoral de 2010, por motivos de semejanza regional y demográfica y por ser un modelo democrático, Panamá establezca los mismos parámetros exigidos por Costa Rica para el requisito de adherentes o afiliados para inscribir partidos políticos nuevos: 3,000 adherentes.

Además, proponemos un método menos oneroso para la recolección de estas firmas, que las mismas se presenten en papel simple, para ser cotejadas contra la base de datos del Tribunal Electoral.

No debemos olvidar que las mismas reglas que hoy se le aplican a los partidos políticos, también son aplicables a las candidaturas de libre postulación, sin embargo, consideramos que dicho tema debe recibir una consideración especial, incluso con la participación de candidatos que participaron en las últimas elecciones en esas condiciones.

Sin otro particular,


Prof. Olmedo Beluche

Partido Alternativa Popular


Prof. Raúl González R.

Facultad de Derecho de la Universidad de Panamá

Panamá, 22 de septiembre de 2009

miércoles, 19 de agosto de 2009

Carta del PAP a los magistrados del Tribunal Electoral sobre la Comisión de Reformas Electorales

Panamá, 18 de agosto de 2009.



Señores


Erasmo Pinilla C.

Eduardo Valdés E.

Gerardo Solís


Magistrados

Tribunal Electoral de Panamá


E. S. D.


Señores Magistrados,

Reciban un cordial saludo. En nombre del Partido Alternativa Popular, en formación, nos dirigimos a ustedes tomando en consideración que en los próximos días, Ustedes estarán reglamentando mediante decreto la Comisión de Reformas Electorales.


Queremos por esta razón solicitarles formalmente la inclusión de nuestro partido en formación, así sea con voz, en los debates de la Comisión de Reformas Electorales. Es conveniente desde cualquier punto de vista que en estos debates se invite a todos los ciudadanos y ciudadanas organizados que tengan interés por participar y perfeccionar las instituciones democráticas de Panamá.


No hacerlo así, contradice los principios que inspiran la institución que Ustedes presiden, sentando un mal precedente respecto a la aspiración ciudadana de que las próximas elecciones sean incluyentes y más participativas, brindando al pueblo la oportunidad de elegir a los mejores ciudadanos y ciudadanas para dirigir los destinos del país, situación que no se dio en las últimas elecciones.


Hacemos extensiva la solicitud de que se incluya en la comisión a todas las instituciones de la sociedad civil panameña interesadas en hacer propuestas que ayuden al país a avanzar de una democracia formal a una democracia participativa y con justicia social, como es el caso de FRENADESO y CASA, que han expresado su interés por el proceso político.


Finalmente, les expresamos nuestra preocupación porque en las diversas declaraciones realizadas por ustedes a los medios de comunicación no incluyen en la agenda de la Comisión el tema de la cantidad y procedimientos para la obtención de adherentes para la inscripción de nuevos partidos políticos y candidaturas independientes, incluida ahora la libre postulación a la Presidencia de la República.. Consideramos que ese es uno de los grandes temas a resolver, pues los criterios imperantes a este respecto son excluyentes y antidemocráticos, hechos que no se ajustan a la realidad internacional.



Sin otro particular,



Prof. Olmedo Beluche
Secretario General

Prof. Raúl González
Subsecretario General

Sr. Javier Víquez
Secretario de Organización

Sr. Jorge González
Secretario de Formación


jueves, 25 de junio de 2009

Carta abierta al Presidente electo Ricardo Martinelli

Panamá, 25 de junio de 2009.

Licdo. Ricardo Martinelli
Presidente Electo de la
República de Panamá

Señor Presidente,

Reciba un sincero saludo. Quienes conformamos el Comité Ejecutivo del Partido Alternativa Popular, en formación, hemos creído oportuno dirigirnos a usted en razón de sus opiniones expresadas en el programa televisivo Debate Abierto, el pasado domingo 21 de junio del presente, en el sentido de alentar a los sectores populares y de izquierdas de Panamá a conformar un partido político con miras a la participación cívica en próximos comicios.

Como es de su conocimiento, en el Partido Alternativa Popular nos encontramos trabajando en esa dirección, sin embargo, también sabe usted que el Código Electoral vigente se encuentra lleno de trabas que dificultan la formación de nuevos partidos, para quienes carecen de recursos económicos, en especial si sus componentes proceden de las capas medias y bajas de la sociedad panameña.

Para hacer realidad un avance en el proceso de democratización del país con la incorporación de sectores hasta ahora excluidos de participación, objetivo en que al parecer coincidimos usted y nosotros, queremos solicitarle un compromiso formal para lograr una reforma profunda de la legislación electoral que incluya, entre otras cosas:

1. Una disminución significativa de la cuota que se exige para la inscripción de nuevos partidos y candidaturas independientes.

2. Una modificación de la forma onerosa en que se recogen las firmas de adherentes, con libros fijos o estacionarios, a libros móviles.

3. La implementación democrática de la libre postulación presidencial, como establece la constitución y ha certificado recientemente la Corte Suprema de Justicia.

4. Establecimiento de topes y controles públicos a las donaciones privadas que reciben partidos y candidatos.

5. Reglas claras que impidan la postulación de extranjeros o nacionales que hayan renunciado a la nacionalidad, así como personas investigadas por cualquier ilícito, postularse a cargos de elección popular.

El desarrollo de estas reformas, y otras que se puedan sugerir, debe hacerse en un marco que escape al control de la partidocracia sobre la llamada Comisión de Reformas Electorales, que por ley debe reunirse seis meses después de los comicios, donde coartan persistentemente la participación de la sociedad civil.

Entendemos que usted, como futuro Presidente de la República de Panamá, apoyado por una coalición que tiene clara mayoría legislativa, está en inmejorables condiciones para hacer realidad estas aspiraciones democráticas que comparte un gran sector de la ciudadanía.

Un compromiso claro de su parte, no con nosotros, sino con el país, hacia estas necesarias reformas electorales, sería prueba irrefutable de que sus palabras del pasado domingo no se las llevará el viento, como ha sucedido con otros mandatarios.

Por nuestra parte le manifestamos disposición de contribuir a la democratización de Panamá, como ya hicimos en los pasados comicios impulsando la libre postulación presidencial del Prof. Juan Jované. Por lo tanto, nuestra vertical oposición al programa social y económico diseñado por la Alianza por el Cambio, que usted encabeza, no será óbice para dialogar respecto a una materia tan importante para el futuro de nuestro país, como es la reforma profunda del Código Electoral.

Sin otro particular, y a la espera de su pronta respuesta, quedamos,

Atentamente,


Prof. Olmedo Beluche
Secretario General

Prof. Raúl González
Subsecretario General

Sr. Javier Víquez
Secretario de Organización

Sr. Jorge González
Secretario de Formación

sábado, 23 de mayo de 2009

Gobierno de Ricardo Martinelli, ¿cambio de qué?

El gobierno recién electo de Ricardo Martinelli aún no toma posesión, pero los nombramientos que ha hecho y las primeras declaraciones de algunos nuevos funcionarios dejan entrever que el “verdadero cambio” prometido se reduce a un cambio de caras, pero no de esencia. Por eso la tónica, una vez pasadas las campañas sucias de las elecciones, son los piropos mutuos entre Martinelli y Martín Torrijos.

El nuevo gabinete, al igual que el saliente, no sólo responde a los grandes intereses empresariales y financieros, sino que su composición es esencialmente oligárquica, blanca, patriarcal y elitista. Además, algunos funcionarios designados evidencian falta de idoneidad para los cargos que ejercerán, dándose a entrever que ha prevalecido, como siempre, el reparto de la cosa pública como si de un pastel se tratara.

Ni hablar de la política económica y social, en la que la única propuesta clara es la disminución de los impuestos a los ricos mediante la eliminación del CAIR y el Flat Tax, sin que por ningún lado se avizore el anhelo popular a aumento general de salarios, congelación de la canasta básica, creación de empleos, ni protección a la producción agrícola e industrial nacional.

Nuevo gabinete: los ratones cuidando el queso

Sólo por mencionar algunos ejemplos, tenemos que: el nuevo responsable de Economía es Alberto Vallarino, banquero al que el gobierno de Torrijos le exoneró $ 400 millones en impuestos cuando vendió Banistmo a HSBC; el director del Banco Nacional de Panamá, Darío Berbey, viene de la gerencia de Global Bank, banco del propio Martinelli; en la Caja de Ahorros, Jason Pastor, es de Scottia Bank; el jefe de la Secretaría de Energía viene directo de la gerencia de ETESA; y el nuevo jefe de ETESA de la comercializadora de Bahía Las Minas; el Ministerio del Canal fue entregado a Rómulo Roux, representante del poderosos bufete Morgan y Morgan; y el MOP a Federico Suárez de la Constructora Suárez.

Entre los que carecen de idoneidad y experiencia para los cargos resaltan: Guillermo Ferrufino en el MIDES, Lucy Molinar en Educación; Gloria Moreno de López en Aduanas; y Javier Arias en la ANAM. En política social el gabinete está controlado por miembros de la logia del extremismo católico, el Opus Dei, enemiga a muerte de los derechos de las mujeres y los niños, a través del vicepresidente J. C. Varela y L. Molinar (La Estrella 22/5/09).

Consideración especial merece el equipo de seguridad pública que, con Gustavo Pérez a la cabeza, y la colaboración de Ramón Díaz y otros (La Prensa, 6/5/09), fueron parte de la élite del General Noriega (UESAT) durante el régimen militar. Por ello José R. Mulino (Mingob) amenaza con que “no permitirá cierres de calle”. Para que todo quede en familia, el nuevo secretario “anticorrupción”, es el primo de Martinelli, y ex empleado de todos los gobiernos anteriores, Núñez Fábrega.

Medidas económicas: quitarle a los pobres para darle a los ricos

La única promesa ratificada por el presidente electo es la disminución de los impuestos a las clases altas y grandes empresas eliminando el CAIR, equiparándolos a las clases medias con el llamado Flat Tax, es decir que todos paguen igual. Pero, como las cuentas no cuadran, por la crisis económica y el alto endeudamiento dejado por el PRD, han propuesto eliminar los “subsidios”, entre los que está el de la electricidad, que podría conducir a un aumento de la factura de luz. Otra amenaza que se cierne sobre miles de empleados públicos es la posibilidad de despidos masivos. En educación y salud pretenden la privatización mediante “patronatos”.

Nada de hablar de nacionalizaciones, ni de control de precios, ni mucho menos de aumento salarial, ni siquiera de incentivos al agro. La única propuesta “social” son los prometidos 100 balboas a los mayores de 70 años no jubilados. ¿Por qué sólo cien, si la canasta alimenticia está llegando a los 300 balboas? ¿Por qué a los 70 años si la edad de jubilación es a los 62 para los hombres y 60 para las mujeres? ¿Cuántos ancianos sin recursos pueden sobrevivir hasta los 70 años?

En los últimos días trascendió en los medios que el cerebro en la sombra del nuevo gobierno, y madre de la alianza Martinelli-Varela, la embajadora de Estados Unidos, reunió al presidente electo para dictarle la agenda: aprobación del Tratado de Libre Comercio (TPC), que implica condena a muerte de nuestra agricultura a 20 años plazo; reformas al Código de Trabajo y otras “bellezas”.

Frente a la crisis se requiere un Plan de desarrollo alternativo

Las pocas medidas anunciadas por el gobierno electo de Ricardo Martinelli son claramente inconvenientes y no sacarán al país del atolladero en que nos han metido 5 años de gobierno del PRD y 20 años de políticas neoliberales. En el marco de la crisis capitalista internacional, las medidas de Martinelli favorecen a la oligarquía financiera y comercial, y empobrecen a las clases medias y trabajadoras.

Junto al Prof. Juan Jované, el Partido Alternativa Popular ha sostenido que se requiere un Plan Nacional de Desarrollo Alternativo, que apunte a fortalecer y salvaguardar el mercado interno, expandiendo el poder adquisitivo de los asalariados con un aumento general de salarios y una congelación de la canasta básica. En vez de falsas esperanzas en el sector exportador de bienes y servicios, golpeado por la crisis mundial, hemos propuesto fomentar la producción agrícola e industrial nacional para el consumo interno.

Alertas y construyendo la alternativa popular e independiente

Los hechos muestran que el movimiento popular no puede depositar un ápice de confianza en el nuevo gobierno y sus medidas. En vez de “compás de espera”, o “luna de miel de cien días”, las amenazas que se ciernen sobre los derechos democráticos y sociales del pueblo panameño obligan a los gremios y movimientos sociales, como la Unidad de Lucha Integral del Pueblo (ULIP), a estar alertas, organizados y coordinados para denunciar y enfrentar las medidas antipopulares que pretenda imponer el nuevo gobierno.

Esta actitud combativa debe ser extensiva hacia los personeros del gobierno saliente y su partido, PRD, que ahora intentarán reciclarse como “oposición”, prometiendo lo que no hicieron en 5 años. Los torrijistas honestos deben sacar la conclusión definitiva de que no tienen nada que esperar de la cúpula corrupta del PRD.

El Partido Alternativa Popular exhorta a todas las fuerzas populares, no sólo a ser contestatarias frente al gobierno de los ricachones que se inicia, sino a ser propositivas y darle forma al partido político que levante las demandas populares y que aspire a ser gobierno, una vez que todas las ilusiones en los partido oligárquicos se han desvanecido. Partido que ya hemos iniciado, Alternativa Popular (PAP), del cual retomaremos su inscripción en 2010 con el objetivo de tener una propuesta real de los sectores populares e independientes en las próximas elecciones.

Junto al Comité de Campaña “Jované Presidente”, demostramos que estamos preparados para ser alternativa de gobierno. Alternativa verdaderamente independiente que a lo largo y ancho del país recibió de muchos sectores populares y de clase media su confianza.

Profundicemos esta experiencia, convoquemos a nuevos sectores, y sin sectarismos, construyamos la unidad popular que el momento reclama, contraponiendo a cada medida antipopular del gobierno de los ricos, las propuestas justas que el gobierno de los sectores independientes, populares, nacionalistas y antineoliberales sí podrá tomar. Construyamos el verdadero cambio.

Panamá, 23 de mayo de 2009.

Partido Alternativa Popular
Comité Ejecutivo

jueves, 14 de mayo de 2009

Seguimos comprometidos por una alternativa democrática, popular, independiente y antineoliberal

Finalizadas las elecciones generales de 2009, el Comité de Campaña “Jované Presidente” desea, en primer lugar, felicitar al pueblo panameño por la participación cívica demostrada el 3 de mayo. Agradecemos también las muestras de apoyo a nuestro proyecto político expresadas por muchísimos ciudadanos y ciudadanas a lo largo y ancho del país, así como al porcentaje del electorado consciente que, a través del voto en blanco o nulo, exigió la necesidad de que el régimen político panameño se abra a otras ofertas electorales.

A nuestros activistas y a quienes confiaron en nuestra propuesta les decimos que todos juntos hemos hecho un gran aporte al demostrarle al país que el Código Electoral y el Tribunal Electoral cercenaban la democracia al impedir la libre postulación de candidatos a la Presidencia de la República. Si bien es cierto que la Corte Suprema de Justicia nos ha dado la razón, aunque de manera tardía, debemos estar vigilantes pues la partidocracia, cuyos intereses están enquistados en el Tribunal Electoral, tratará por todos los medios de ser juez y parte en la implementación de ese fallo histórico sobre la postulación presidencial independiente y así burlar nuevamente la necesidad de ampliar la democracia panameña.

Del resultado electoral y de múltiples manifestaciones públicas también queda claro como un mandato, la necesidad de una reforma profunda de otros aspectos, además del presidencial, a saber: reducir la cantidad de adherentes para inscribir partidos y candidatos por la libre; democratizar los mecanismos de las adhesiones para eliminar el clientelismo y la compra de firmas y votos; establecer límites y controles públicos a las donaciones privadas a candidatos y partidos; etc.

Esas reformas no pueden ser monopolizadas por la partidocracia, que es la gran perdedora de estas elecciones, a través del llamado Consejo de Partidos Políticos. Exigimos la democratización y la participación amplia de la sociedad panameña en la reforma electoral. El Consejo de Partidos Políticos no es más que una pieza del engranaje del control que ejercen los grandes intereses económicos del país sobre el sistema político panameño.

Respecto al presidente electo, Ricardo Martinelli, no cabe duda que, dentro de las opciones que se permitió elegir al pueblo panameño, fue el más votado. Nosotros respetamos la voluntad popular. Pero estaremos vigilantes de que las promesas de “verdadero cambio”, que prometió al pueblo, se cumplan.

Llamamos la atención a la ciudadanía respecto a que existe una contradicción entre las promesas electorales de Martinelli y su programa económicos, basado en reducir los impuestos a los ricos (como el CAIR) igualándolos a los pobres (Flat Tax) y la posibilidad de un aumento del ITBM (que implicaría más inflación con efectos recesivos). La composición empresarial de su gabinete es un primer mal mensaje en ese sentido. En el marco de la crisis capitalista mundial, que empieza a golpearnos, estas medidas pueden comprometer seriamente el presupuesto público destinado a salud, educación y programas sociales.

Finalmente, reivindicamos como aporte de nuestra campaña el haber demostrado que los sectores populares de Panamá tenemos una propuesta seria de gobierno, distinta a la corrupción y el neoliberalismo que se han impuesto durante veinte años. Asumimos ante el país el compromiso de seguir construyendo esta alternativa política democrática, popular y antineoliberal que aspira a ser gobierno por la voluntad popular, más temprano que tarde.

Panamá, 14 de mayo de 2009.
COMITÉ DE CAMPAÑA “JOVANÉ PRESIDENTE”

martes, 5 de mayo de 2009

Balance de las elecciones generales de 2009

El Comité Ejecutivo del Partido Alternativa Popular adelanta un primer balance de las elecciones recién pasadas, el cual deberá ser completado por un Directorio Político Nacional que debe convocarse en un término perentorio.

1. Los resultados del voto presidencial:


Al lunes 4 de mayo, con el 91.22% de las mesas escrutadas, que equivalen al 92.62% de los votos emitidos tenemos que: Ricardo Martinelli obtuvo 886,574 votos o 60.31%; Balbina Herrera obtuvo 548,813 votos o 37.34%; Guillermo Endara obtuvo 34,561 votos o 2.35%; se mitieron 17,257 votos en blanco que hacen 1.14% y 27,962 votos nuloes para 1.85%. La suma de votos nulos y blancos totaliza 2.99%. El índice de participación se mantuvo en los límites históricos de 73.98%.

2. Interpretación del respaldo logrado por Martinelli:

El techo histórico de 60% a favor de Martinelli, debe ser interpretado como un masivo VOTO CASTIGO a la gestión gubernamental del PRD, pero también al régimen “partidocrático” (PRD-Panameñismo) y confirma la ruptura de las masas con los pilares del régimen surgido en la invasión de 1989. Discordamos con quienes unilateralmente lo interpretan como un “voto a la derecha” pues, aunque la cúpula de la “Alianza por el Cambio” es representante directa del gran capital y políticamente derechista, la campaña de Martinelli levantó una serie de reivindicaciones legítimamente sentidas por el pueblo contra el gobierno y el régimen. Por ello, algunos califican a Martinelli como “populista de derecha”. En ausencia de una alternativa de izquierdas en las papeletas la gente expresó su deseo de “cambio” a través de Martinelli. Si Jované hubiera podido participar seguramente habríamos disputado un porcentaje de esos electores. El Voto Protesta (Blancos y Nulos) se mantuvo en los márgenes históricos y, si bien expresa el electorado más conciente y orgánico de la izquierda, no fue el camino por el cual se expresó el descontento del pueblo panameño. Aunque como consuelo, debemos decir que la suma de ambos (3%) fue mayor al obtenido por Endara (2.3%).

3. El PRD es el gran perdedor:

Aunque el poco más de medio millón de votos obtenidos por Balbina está cercano al número de afiliados del PRD, el resultado electoral implica una derrota en toda la línea: no sólo no ganaron la presidencia, sino que tampoco obtuvieron la alcaldía de Panamá, ni salieron electos a diputados los principales dirigentes de su Comité Ejecutivo. El voto castigo lo fue no sólo a la candidata y al partido, sino también al gobierno. Cargaron con el estigma de la corrupción, la incapacidad para resolver problemas clave, como el transporte y la seguridad, además de la polarización social producida por la inflación galopante, pese a 5 años de crecimiento económico y un uso clientelista de los ingresos del canal. Por supuesto, puso su grano de arena en la derrota las pugnas internas, no sólo entre la fracción de Balbina y Navarro, sino el papel del propio presidente Torrijos que parecía apostar a perder para seguir controlando al partido.

4. El otro perdedor es el régimen partidocrático:

Como habíamos señalado quienes conformamos desde 2006 el PAP, el pueblo panameño empezó un proceso de ruptura política con el régimen bipartidista (PRD-Panameñsimo) desde la huelga en defensa del Seguro Social en 2005. Las acusaciones de financiamientos ilegales por ambos bandos, los escándalos de las candidaturas a la alcaldía (de Velásquez y Vallarino) y la manera antidemocrática en que se impidió la postulación de Jované, terminó de evidenciar ante la ciudadanía la corrupción con que se maneja el sistema político electoral panameño. Un mandato indirecto que se desprende de la votación es la necesidad de una reforma completa del sistema electoral, la cual no puede quedar en manos de los partidos repudiados por la gente. Hay que exigir una reforma electoral que escape al control del Consejo de Partidos Políticos y de los Magistrados del Tribunal Electoral, con participación popular y de la sociedad civil. La ciudadanía exige: control público de las donaciones a las campañas, quitar las trabas a la libre postulación, disminución de la cuota de adherentes para inscribir partidos, etc.

5. El acierto de la campaña “Jované Presidente”:

Fue un acierto del Partido Alternativa Popular proponer y concretar junto a nuestros aliados del Partido del Pueblo e independientes la candidatura por libre postulación del Prof. Juan Jované. Esto permitió que por primera vez, desde 1984, la izquierda panameña tuviera una expresión política directa en el proceso electoral. Que el Tribunal Electoral nos impidiera inscribir la candidatura impidió mayores repercusiones y la concreción un porcentaje concreto de votos a favor de este proyecto político. Pese a ello, hicimos la gira nacional exitosa y tuvimos diversas tribunas, además de espacio en los medios de comunicación. El fallo favorable que obtuvimos de la Corte Suprema de Justicia, a cuatro días de la elección, fue una vistoria no sólo jurídica, sino política y moral que ayuda a abrir camino real para este proyecto. Hemos roto el mito de que los sectores populares y la izquierda panameña tenían que limitarse a simples contestarios en la lucha social. Hemos demostrado que somos capaces de ofrecer al país un proyecto de país distinto al neoliberalismo y la corrupción.

6. La tarea inmediata, construir el proyecto político popular:

El éxito obtenido por la campaña “Jované Presidente” debe tener continuidad en la concreción de un gran proyecto político popular y de izquierdas que empiece a actuar desde ahora como oposición al gobierno empresarial de Martinelli y a los socialliberales del PRD. La forma que este proyecto tendrá está en discusión con nuestros aliados. Sin embargo, el PAP ha propuesto que aprovechemos el espacio logrado con nuestro partido en formación, lo abramos y cobijemos en su seno esta alianza encabezada por el Prof. Jované. Sea ésta u otra la alternativa que se adopte, la tarea inmediata es reunir a los equipos del PAP en todo el país para hacer el balance de la campaña y organizar a todas las personas que se nos acercaron.

Panamá, 5 de mayo de 2009.